Fuente: revista MUNDO DEPORTIVO de 1951. Dos calles porteñas dieron origen al Sucu Rugby Club
Entre las calles Sucre y Cuba, en el corazón de Belgrano, un grupo de amigos transformó su pasión en legado. Así nació el Sucu Rugby Club: el equipo de una esquina de barrio.
Los fundadores, amigos y compañeros de estudios, encontraron en el rugby una forma de unir su amistad. Buscaban más que jugar: entrenar juntos, compartir alegrías y apoyarse en las derrotas. El nombre: tomaba las primeras sílabas de la esquina de Sucre y Cuba conocido punto de reunión del barrio de Belgrano.
La casa del Ángel en la esquina de Sucre y Cuba. La esquina de Sucu
La calle los había reunido en una esquinade tradición caballeresca, frente a la quinta del ingeniero Carlos Delcasse, famosa por sus lances de honor y su nombre: “La casa del Ángel”, mansión que ocupaba la esquina que diera el nombre a la juvenil institución. El reconocido profesional fue elegido presidente honorario.
El espíritu deportivo del Sucu se forjó en una era donde el rugby era un juego de caballeros, una escuela de vida. Los fundadores: Germán Kulberg (socio Nº 1, jugaba en la Tercera de Olivos), Carlos Noceti (joven médico, jugaba en la Tercera de Obras Sanitarias) y Pedro Massalin (procedente de la Cuarta del San Isidro Club).
El club se fundó el 25 de julio de 1942 y en menos de un mes armaron un equipo que el 17 de agosto del mismo año inició una serie de partidos amistosos comenzando con una auspiciosa victoria 46 a 06 frente a un combinado de San Fernando.
Para ellos, el rugby no era solo una competencia, sino una oportunidad para aprender a levantarse después de cada caída, a trabajar en equipo y a honrar la camiseta.
No había dinero, no había uniformes, no había cancha ni vestuarios. Apenas tenían un balón que parecía haber sobrevivido mil batallas, y las ganas de correr, de sentir la tierra bajo los pies y el viento en la cara. El Sucu se hizo conocer de boca en boca invitando a quien quisiera unirse. Vinieron pocos al principio y se juntaban en la esquina misma, la intersección de esas dos calles que parecían unirse solo para ser el punto de partida de algo más grande.
Hubo que elegir los colores del club. Alguien encontró disponibles en un negocio un conjunto de camisetas “bordeau” con lo que se resolvió el problema de la divisa.
Comienza a rodar la pelota
Durante el resto de 1942, Sucu debió jugar partidos amistosos, pero al año siguiente fue admitido en la Federación Argentina Católica de Rugby (del padre Labourie, sacerdote del Colegio San José) participó con un equipo en Segunda división finalizando detrás del campeón, Municipalidad.
En 1944, en su segunda temporada en la “Católica” presentó dos equipos de los cuales, el más fuerte, se adjudicó la Copa Competencia al imponerse en la final a Y.P.F. por 5 a 3.
Al año siguiente ratificó dos equipos en mayores y uno en Cuarta. Alquilaron dos hectáreas en El Palomar, predio que mantuvieron hasta 1949. El club creció. No mucho, pero lo suficiente como para hacerse un nombre en el barrio encontrando su lugar en el pequeño universo del rugby local. En la Federación participó hasta 1950 habiendo obtenido los campeonatos de Cuarta de 1946, 1947 y 1948.
En 1947 se afilió a la Unión de Rugby del Río de la Plata y concretó una gira a Tucumán donde empató 3 a 3 con Tucumán Rugby Club y perdió 6 a 5 contra el seleccionado provincial.
En 1949 participó en el campeonato de Tercera División “C” finalizando sexto como lo muestra la tabla de posiciones editada por la Unión
En 1949, también, no pudieron renovar el alquiler del predio de El Palomar y eso desalentó a los socios, motivo por el cual en la temporada de 1950 sólo anotaron un equipo en la Federación y otro en la Unión. En esta última finalizaron en el 5º puesto de la Tercera D. En 1951 no tengo registro y en 1952 finalizó último en la Tercera E.
Finalmente, según la Memoria de la UAR de 1956, en la sección Desafiliaciones puede leerse: Por no haber cumplido con las disposiciones estatutarias respectivas, se dispuso a desafiliar a Duques Rugby Club y Sucu Rugby Club.
Más allá de los resultados, lo fundamental fue el espíritu del grupo que fundó algo tan especial en la esquina de Sucre y Cuba, creando un espacio donde todos podían ser auténticos y compartir amistad. Hoy, la antigua casona ya no existe y una construcción ocupa el lugar, pero el recuerdo del Sucu Rugby Club sigue vivo.
Fuentes:
Revista MUNDO DEPORTIVO de 1951
Memorias de la U.A.R.
Libros, documentos históricos, revistas, sitios web de todo el mundo, mi archivo personal, etc.
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Investigó: Rubén Ayala (director del Centro de Estudios en Historia del Rugby)
Qué linda aquella barra de Sucu, eran unos tipos muy divertidos. Es muy agradable recordar aquellos tiempos en que al rugby se jugaba por amor a la camiseta
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