El domingo 30 de julio de hace 125 años, en un rincón casi olvidado del tiempo, Lomas Athletic y Rosario Athletic disputaron una final que no fue solo un partido, sino un acto de creación. En aquel Old Ground de Flores, se entrelazaron destinos y se escribió una página eterna en el libro infinito del rugby argentino. Hoy, evocamos ese momento con la reverencia que merece, conscientes de que, en cada encuentro, se perpetúa la magia de lo irrepetible.
Los preparativos
De los cinco equipos que participaron en aquel primer campeonato, resultaron finalistas Lomas Athletic y Rosario Athletic, en consecuencia, en la reunión del lunes 25 de julio, el Comité organizador fijó la fecha y lugar del match decisivo. Sería el Domingo 30 de julio en el barrio de Caballito, en el predio del Flores Athletic Club gentilmente cedido para la ocasión.
Lomas venía de ganarle la semifinal a Belgrano Athletic en la cancha de Flores por 16 a 0, en tanto que Rosario, como local, había derrotado a Buenos Aires F.C. por 11 a 0.
La disputa final del The River Plate Rugby Union Championship (Campeonato de Rugby del Río de la Plata) era un evento esperado con gran interés por los aficionados al deporte de la ovalada, por cierto, casi todos británicos residentes en Buenos Aires y Rosario.
Se estableció el precio de las entradas en 50 centavos y todo lo recaudado sería donado al Hospital Británico de Buenos Aires.
Hospital Británico de Buenos Aires, fundado el 11 de junio de 1844 en el edificio del Antiguo Almacén, ubicado en Avenida Independencia 15
Un día antes del encuentro ya se habían vendido algo más de mil entradas. Según señalaba el semanario River Plate Sport & Pastime, el encuentro arrojó una recaudación final de 500 dólares que el Comité organizador pudo entregar al Comité del Hospital citado.
Estos partidos “benéficos” requerían una organización adecuada y los preparativos necesarios implicaban una gran dedicación y trabajo. Si bien el Comité del Campeonato organizó de manera impecable este partido, la prensa destacó especialmente la labor de los señores Taylor, Baikie y Leitch.
A Mr. J.W. Taylor (FAC) porque estuvo en todas partes y, prácticamente, fue responsable de todos los detalles de organización. Mr. Wilfred Russell Simpson Baikie (BAFC) trabajó duro y, de hecho, se levantó de su cama enfermo para estar presente el día del partido y cuidar las entradas. Mr. Frederick Leitch (FAC) asumió la responsabilidad de la organización del encuentro, de la preparación del campo de juego y de las excelentes instalaciones para atender al público demostrando el gran respeto por el cuidado y el criterio que demostró al realizar su trabajo.
El toque femenino lo dieron las “ladies de Flores” quienes tuvieron la amabilidad de proporcionar té y pasteles. Protagonistas de este “british touch” fueron Mrs. Pilgrim, Mrs. Mackintosh, Mrs. Taylor, Mrs. R. Agar, Mrs. J. Agar, Mrs. Corry-Smith, Mrs. Wigg, Miss Wigg y Mrs. Leitch.
El partido final se promocionó como el mayor evento del Rugby Football de la temporada. Para que la concurrencia pudiera asistir al encuentro, se programó para las 14:30 h. la partida de un tren desde la estación Once hasta la estación Caballito del Buenos Aires Western Railway (actual Ferrocarril Sarmiento).
El tren tendría una capacidad de 800 pasajeros sentados y, en cuanto a las comodidades para ver el espectáculo, se dotaría al sector destinado al público de sillas para las “ladies”.
El público que alentaba a Lomas y venía desde las proximidades de este club debía tomar el tren en la estación Lomas de Zamora hasta Constitución, de allí trasladarse en tranvía hasta la estación Once y tomar el tren mencionado a las 14:30 h.
Otra manera de trasladarse a la cancha de Flores era mediante los sulkies. Este práctico medio de transporte de la época se podía adquirir en Juan y José Drysdale & Cia. o en Agar, Cross & Cia.
Las autoridades que iban a controlar el encuentro fueron nombradas por el Comité organizador y la anuencia de los capitanes de cada XV. Resultó designado como referee Leslie Corry-Smith, perteneciente al Buenos Aires Football Club y los señores Alan Brodie, de Belgrano Athletic y George Fleetwood Elliot, de Flores Athletic, como jueces de touch.
El partido
En la fría tarde del 30 de julio de 1899, en el campo de juego de Flores, se disputó la final que quedaría grabada en los anales del rugby argentino. Lomas Athletic y Rosario Athletic se enfrentaron en un duelo épico que definiría al primer campeón de Rugby del Río de la Plata. La tensión en el aire era palpable. Una gran multitud, la mayor vista en un evento de este tipo, calculada en cerca de mil personas estaba expectante y ansiosa por presenciar un enfrentamiento que prometía ser memorable.
La presencia femenina ataviada de hermosos vestidos hacía desviar la atención de la concurrencia masculina. Las chicas se encargaban de distribuir pasteles, pan con mantequilla y galones de té.
La impronta británica dominaba la escena. En su edición del 25 de julio el periódico de habla inglesa Buenos Aires Herald, planteaba una realidad tangible: “Si bien había muchos espectadores, el rugby -acota el cronista- parece haber decepcionado a la prensa nativa que no puede comprenderlo y lo considera ¡un juego de bárbaros!”
Se esperaba un partido muy parejo, una final adecuada para el primer campeonato de rugby recién creado. Sin embargo, el partido no fue nada agradable de ver, ya que el juego estuvo confinado casi por completo a los delanteros y la línea de 3/4 tuvo escasa participación. Como dijo “Spectator” (cronista del semanario River Plate Sport & Pastime) si la pareja de medios rosarinos hubiera dado más participación a los backs, el resultado podría haber sido diferente.
Rosario presentó sólo un cambio con respecto al equipo que había derrotado en semifinales al Buenos Aires F.C. la semana anterior en Rosario, a saber, ingresó A.J. Sykes por E. Glover. Lomas jugó prácticamente con el mismo equipo con el que había jugado a lo largo de la serie de partidos.
Antes de empezar, los dos capitanes acordaron jugar veinte minutos más en caso de empate. Frederick Henry Jacobs, capitán de Lomas, ganó el sorteo y eligió defender inicialmente la portería que daba al “Pavilion”. J.A.H. Beaumont, hizo el kick-off para Rosario. A las 3:15 pm dio comienzo el encuentro.
El equipo rosarino practicaba un juego bastante predecible. Si bien el equipo tenía una buena base es de considerar que, si hubieran jugado más partidos y más seguido el resultado del encuentro frente a Lomas, la final, hubiera sido a su favor. Todo el equipo jugaba con mucha rapidez y vigor y tenía una gran solidez defensiva.
Sin embargo, una característica del partido fue el espléndido tackle y en ese aspecto los de Lomas prevalecieron, todos tacklearon duro y abajo. Las patadas fueron certeras, incluyendo algunos buenos despejes. La carrera y el juego suelto de los backs, en las pocas oportunidades que tuvieron, fue decepcionante y demasiado lentos, mientras que el pase fue a veces muy errático e imprudente. No obstante, fue una lucha apasionante.
El primer tiempo fue un tira y afloja constante donde ningún equipo lograba imponerse claramente. Los minutos pasaban y la tensión crecía. Con cada jugada aumentaba la expectativa de los espectadores y el 0 a 0 no se destrababa.
El segundo tiempo arrancó con la misma intensidad, pero fue Lomas Athletic quien finalmente encontró una brecha en la defensa rosarina a partir de un kick de Arthur Anderson, de Lomas, enviando la pelota al touch en las “25” de Rosario. Del line-out se formó un scrum en el que uno de los rosarinos levantó el pie antes de tiempo ("foot-up") y el referee no tuvo más remedio que otorgar un free-kick a favor de Lomas. Arthur Anderson abrió el balón y Frederick Henry Jacobs ejecutó la patada. En medio de un estruendo de aplausos, la pelota ingresó directo entre los postes y así Lomas comenzaba a escribir la historia de esta épica victoria por 3 a 0. La patada de Jacobs fue realmente espléndida y mereció los mayores elogios por lograr los tres puntos.
El silbato final sonó, y el campo se llenó de euforia y lágrimas. Los jugadores de Lomas Athletic, agotados pero victoriosos, se abrazaban como hermanos que han compartido una odisea. El XV de Rosario Athletic, aunque derrotado, mantenía su dignidad y respeto, reconociendo la grandeza del adversario.
En ese atardecer que se desvanecía, el Old Ground de Flores se transformó en un templo de gloria y memoria. Lomas Athletic había ganado no solo un partido, sino un lugar eterno en la historia del rugby, donde cada jugada, cada esfuerzo, cada triunfo y derrota, se entrelazaban en la vasta narrativa del deporte y del espíritu humano.
Los equipos salieron a la cancha con estas alineaciones:
Rosario Athletic Club: utilizaba una remera blanca con pequeños vivos “claret and light blue” en la abotonadura del cuello, pantalón blanco y medias “light blue” con puño “claret”.
Lomas Athletic Club: utilizaba una remera verde cruzada con una banda amarilla. Pantalón blanco y medias negras.
Los capitanes de la final
Síntesis
Antes de abandonar el tema del partido, es justo pronunciar unas palabras de elogio para Frederick W. Boardman, capitán de Rosario. Se debe casi a su totalidad los esfuerzos y la energía que hizo posible que Rosario A.C. tuviera un equipo de Rugby Football en el campo. Había trabajado acertadamente para lograr ese fin, ha contado con el respaldo de sus hombres y merece todos los elogios que se puedan otorgar por el excelente equipo que pudo conformar. Todo hacía augurar que el año próximo se volvería a ver al equipo rosarino en la final para beneplácito de los aficionados.
Al finalizar el encuentro los jugadores festejaron con una cena en la casa del capitán natural de Lomas, Mr. William Newton Stirling, que ese día no pudo jugar la final.
En ese histórico día, el equipo campeón fue capitaneado por Frederick Henry Jacobs y el referee fue Leslie Corry-Smith, ambos “sobrevivientes” de aquel primitivo Lomas Academy A.C. que, a poco de ser fundado en 1891, había jugado su primer partido de rugby.
Fotos de los equipos
Equipo de rugby del Lomas A.C. que ganó el primer campeonato argentino celebrado en 1899
Equipo de Rosario que disputara el campeonato de 1899 -ref. Libro del Centenario de
Rosario Athletic Club-
Parados: W.S. Baikie (linesman); Lorenzo Jacobs; C.B. Bradbury; Leslie Corry-Smith (referee); H. Dorning; E. Jewell; P.W. Pixton; A.W. Towse (linesman). Medio: E. Glover; E.M. Pixton; H. Colson; Frederick W. Boardman (cap); J.A.H. Beaumont y F.C.M. Im Thurn. Sentados: A.F.C. Wilcox; G. Smythies; R. Dorning y George E. Topping.
Hace 125 años, en el campo de Flores, Lomas Athletic y Rosario Athletic protagonizaron una final que trascendió el ámbito deportivo para convertirse en una página imborrable del tiempo. En aquella tarde de 1899, el rugby argentino encontró su épica, y con cada jugada, cada scrum, se tejió una trama infinita que hoy celebramos. En este aniversario, evocamos no solo un partido, sino el instante en que la pasión y la historia se fundieron en un abrazo eterno.
Referencia:
La información de este sitio web proviene de libros, documentos históricos, revistas, sitios web de todo el mundo, mi archivo personal, etc.
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Investigó: Rubén Ayala (director del Centro de Estudios en Historia del Rugby)